Huir. Eso es lo que se ve obligada a hacer Daniela. Ella era una chica alegre y alma de todas las fiestas hasta que empezó su relación con Carlos, un futbolista muy conocido en
Ainhoa, como cualquier chica de su edad, busca su lugar en el mundo. Su sueño: ser educadora social, algo con lo que su padre no está muy de acuerdo y se ve obligada a estudiar