Era su última noche de estancia en la isla de Santa Rosa. Las tribus de indios le habían preparado una fiesta de despedida. Una vez terminada, se subió a la colina para estar s
El crimen implicaba a su mejor amiga. A la mujer que acaso llegara a ser algo —mucho— más que eso. Y por ello Philip Cavanagh, el joven médico y abogado londinense, «tenía» que