En la calle de Las palomas, número diecisiete, en una casa con la fachada de vieja piedra y paredes gruesas, vive Don Ramón Abril y Torrecillas. Con sesenta y siete años de eda
Eva vive en función a unos principios de honestidad y esfuerzo destinados a compensar sus faltas pasadas. Tras resurgir de los oscuros pozos de la adicción retoma su vida y est
Sara ha metido la pata hasta el fondo. La jueza ha dictado sentencia y debe ingresar en un centro un poco particular, donde aprenderá a amar mucho más y a joder mucho menos. El