groucho marx
camasEn un memorable día de otoño de 1929, mientras banqueros y millonarios, en plena crisis económica, se tiraban por las ventanas de sus rascacielos, Groucho Marx puso punto final
groucho y yoGroucho y su yo, fundidos aquí en uno solo, escribieron, como era inevitable suponer, un libro que solo puede describirse como …, bueno, indescriptible. También será inevitable
las cartas de grouchoAdemás de ciertas debilidades disculpables —como los buenos cigarros, la buena mesa y Jean Harlow—, Groucho Marx ha mostrado, en ocasiones, sospechosas tendencias hacia la lite
memorias de un amante sarnosoEl genial Groucho no necesita presentación —es Él, el Marx por excelencia—, máxime en una obra con originalísimas connotaciones autobiografías. Así, la propia explicación inici