gonzalo hidalgo bayal
campo de amapolas blancasEsta historia empieza con las aventuras de dos niños en el colegio de los padres hervacianos en la ciudad de Murania y concluye con el encuentro fortuito por la calle, muchos a
conversaciónUn joven licenciado es contratado como profesor particular de griego por un ama de casa abnegada y dócil; unos viajeros se pierden en el bosque cuando buscan la casa y las tier
el cerco oblicuoEl cerco oblicuo es la representación poética de una condena, la personificación de un nuevo Sísifo que, gobernado por la fatalidad y el azar, no encuentra más destino que deam
el espíritu ásperoEl día en que se celebra el banquete de jubilación de don Gumersindo, llegan a Murania viejos alumnos, se preparan discursos y las autoridades locales deciden dedicarle un libr
hervacianaEste libro de cuentos es muy particular. No solo por su unidad temática, debida a que todos ellos tratan sobre los años pasados por el autor y narrador (la misma persona en est
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la princesa y la muerteSegún cuenta Gonzalo Hidalgo Bayal en el epílogo, todo empezó como un delicioso reto que se propuso para caminar junto a su hija por la playa: «Durante cuatro años, en el paseo
la sed de sal«Llamadme Travel.» Así comienza el relato de su aventura el narrador de esta extraordinaria novela, un hombre que viaja a Murania tras las huellas de un hispanista que recorrió
nemoUn hombre que no habla, porque ha decidido no hacerlo, llega a un pueblo muy alejado del resto de la sociedad como si buscara un retiro donde convalecer de no se sabe qué males
paradoja del interventorUna noche de noviembre, un hombre mayor, «casi en la edad de los desguaces», se apea en una estación a tomar un café y llenar una botella de agua y, sin saber cómo, pierde el t