george maxwell
berlín, punto de citaLa carretera, bruñida por la lluvia, brillaba intensamente bajo la luz amarillenta de los faros. A derecha e izquierda, el paisaje se perdía en un bosque de sombras. Apenas med
el callejón del silencio¡Torbellino de pasiones! ¡Inolvidables escenas! ¡Misterios del espionaje internacional! "El Callejón del Silencio", este es el sugestivo título de la inolvidable creación de Ge
el ciaTerrence Conway ahogó una maldición al tropezarse con un individuo a la vuelta de una esquina. El otro murmuró unas palabras de disculpa, dijo algo referente a los inconvenient
el fin del mundoRed Campbell fue el único viajero que descendió del tren en el apeadero de Eastgate. El andén estaba solitario, azotado por el frió viento que soplaba desde las cercanas montañ
el hombre de londresA «Soc» Delaney, ladrón de guante blanco, le proponen coger un sobre lacrado de la caja fuerte del Agregado Militar de la Embajada británica en Washington. Cuando va en el tren
la noche se tiñó en sangreINDIFERENTE a cuánto ocurría a su alrededor y escuchando tan sólo el caer constante del agua y el chapoteo de sus destrozados zapatos en el pavimento, Percy Owen, incapaz de go
la trama asombrosaSegún el folleto, debía empezar por dirigirse al parque de la Batería desde donde parten cada hora las embarcaciones para la estatua de la libertad. Yendo y viniendo a la estat
lo que ignoramos del kremlinHasta el 18 de octubre de 1949, y salvando el trágico paréntesis de la guerra, mi vida se había desarrollado de una forma tranquila, sin grandes complicaciones ni problemas gra
lucha mortalFred Ney, agente de la CIA, es nombra fiscal para la lucha contra el crimen organozado.
mientras broadway duermeEL hombre caminó rápidamente por la calle Octava, con las manos hundidas en el bolsillo del abrigo. De vez en cuando volvía la cabeza. La noche era clara, estrellada, y una lun
peligro en romaLA muchacha llamó con los nudillos en la puerta de la habitación. Una voz de hombre, enérgica, bien timbrada, contestó desde dentro. —Adelante. Al entrar la joven, el hombre se
secreto siniestroHERBERT Manning era un hombre muy conocido en San Francisco. Conocido por muchos y variados motivos. Para unos, se trataba sencillamente de un personaje acaudalado, dueño de al