esther tusquets
confesiones de una editora poco mentirosaAl estilo de las crónicas de los clásicos, estas Confesiones de una editora poco mentirosa constituyen el relato, escueto y sostenido, de los avatares de una aventura editorial
confesiones de una vieja dama indignaEsther Tusquets, a lo largo de muchos años, decía en privado: “Acabaré siendo una vieja dama indigna, haré lo que quiera y diré todo lo que pienso”. Y así es: “la vieja dama in
el amor es un juego solitarioTres son los personajes que juegan al juego del amor, que exploran los laberínticos vericuetos del deseo, que se sumergen en los gozos transgresores del erotismo, que intentan
el mismo mar de todos los veranosLa narradora descubre paulatinamente que su realidad es una mera reducción de la vida y el amor un sueño irrealizable en el que siempre traicionamos o nos traicionan. Quizá sea
habíamos ganado la guerra“Habíamos ganado la guerra” supone todo un acontecimiento en el panorama actual de nuestras letras, no sólo por tratarse de un nuevo libro de Esther Tusquets, sino por su temát
la niña lunática y otros cuentosSe reúnen aquí los cuentos dispersos de Esther Tusquets, expresión inmejorable de sus peculiares y exquisitas dotes de escritora: penetración psicológica y belleza estilística.
trilogía del marCuando en 1979 Esther Tusquets ganó el prestigioso Premio Ciudad de Barcelona de Literatura por su segunda novela El amor es un juego solitario, ya había recibido el aplauso un
varada tras el último naufragioEsther Tusquets se reveló en 1978, con El mismo mar de todos los veranos, como una notable narradora, de una inteligencia poco frecuente en el uso de las modernas técnicas narr