eduardo vaquerizo
alba de tinieblasCastilla, 1573. No es el Siglo de Oro que conocemos. Carlos I nunca llegó a ser emperador de Alemania. Los comuneros se alzaron con el triunfo en la batalla de Villalar y le ar
danza de tinieblasFelipe II muere en vísperas de la batalla de Lepanto y su hermano Juan de Austria, que vuelve victorioso de la guerra, ocupa el trono. A partir de ahí la historia deja de ser t
la aritmética del caosEl aire está saturado de un perfume que ya nadie recuerda. Huele a humo, huele a libertad, pero también a muerte. Es el aroma de la revolución y el caos. Mientras Madrid arde e
la última noche de hipatiaAlejandría, siglo IV de nuestra era. La ciudad se ve sacudida por los vientos de la historia. La tradición helenística de sabiduría y razón se encuentra amenazada por el nuevo
memoria de tinieblasFelipe II murió en vísperas de la batalla de Lepanto y su hermano bastardo, don Juan de Austria, se hizo con el trono español y el Imperio que conllevaba a cambio de, entre otr
nos mientenMediados del siglo XXI. La crisis económica, política y social de los primeros años 2000, que algunos creían pasajera, ha acabado provocando el derrumbamiento de la democracia.