PAÍS LIBRO

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ebony clark

cuando amanezca
Segunda entrega de la serie romántica ambientada en la época victoriana «Secretos y confesiones», iniciada con Mil veces tú. Conoce a Isabel y Seamus, dos corazones heridos y g
el club de la orquídea
¡Londres bajo terror! Una nueva y horrenda agresión del demonio que asola las calles de Londres se produjo la pasada noche del viernes, cuando una joven empleada de la prestigi
en el amor y en la guerra
Para Kitty Barret el sheriff de Mentone se ha convertido en un problema muy serio: allá donde va, está él. Alto, atractivo, imponente y con un par de ojos verdes que amenazan c
fugitiva
Es posible que yo no sepa nada del amor, Edwina. Pero si amara a una mujer... Le juro que el mundo entero lo sabría. Ella llevaría mi nombre escrito en la mirada. Llevaría mi m
la magia de los besos
No te quedes sin saber cómo termina la trilogía ambientada en el oeste americano «Los McKenzie» de Ebony Clark. Una apasionante historia de amor, deseo y ternura, de búsqueda d
lección de amor
Lane había decidido reconstruir su vida lejos de todo aquello que había dañado su corazón. Por eso se instaló en aquel lugar mágico y perdido entre las montañas de Nuevo México
mil veces tú
Vuelve Ebony Clark con esta primera entrega de la trilogía «Secretos y confesiones» que hará las delicias de todas las apasionadas de la literatura romántica ambientada en la é
no soy yo, eres tú
Una historia sobre corazones rotos, citas a ciegas y... ¡gatos y ratones! La segunda entrega de la bilogía «Tal para cual». ¡No te la pierdas! Daniela es abogada. Trabaja en un
quédate conmigo
Era la actriz principal de la serie de mayor audiencia de la BBC y su carrera atravesaba su mejor momento. Las mujeres envidiaban su vida y los hombres la deseaban. Unas y otro
redención
Devonshire, Inglaterra. A finales del siglo XIX, la joven Ofelia, huyendo de su despótico y perverso tío, abandona el único hogar que ha conocido y se aventura en un matrimonio
regreso a casa
Abby tenía la oportunidad perfecta para vengarse del todopoderoso Samuel Carlton. Toda su vida había soñado que vería arrodillarse a sus pies al hombre que había arrojado a sus