Imagina que los niños vinieran con un pan bajo el brazo... no, mejor aún... imagina que los niños vinieran con un manual de instrucciones... no, aún mejor: imagina que tú como
Jade pensaba que se encontraba a salvo del acecho del pecado y lo que implicaba pecar, creyó que admirándolo de lejos sería inofensivo. Un giro inesperado convierte su vida abu