Denzil Romero llegó a la ficción venezolana contemporánea por el camino del silencio y la espera: sólo a los cuarenta años se dejó ver en un primer libro de relatos, Infundios,
La esposa del Dr. Thorne, Manuelita Sáenz, hija de una acaudalada familia de españoles en el Quito (Ecuador) colonial, es un personaje libérrimo, sensual, que empieza su biogra