Cetarti está hundido en la nada. Sin trabajo ni propósito, pasa sus días encerrado viendo la televisión y fumando porros hasta que un desconocido le informa de que su madre y s
A lo largo de una fantasmal semana de septiembre de 1982, se sucedieron en Buenos Aires cuatro asesinatos nocturnos, sobrios en el despliegue y curiosamente idénticos, a tal pu