PAÍS LIBRO

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antonio ortuño

el jardín japonés
Una cofradía de vanguardistas se ve cercada por un acuarelista vengativo. Un heredero se afana en buscar a la prostituta que ilusionó su infancia. Un abogado planea la artístic
el ojo de vidrio
Luis llega a Los Ángeles a pasar sus vacaciones de verano con sus tíos, a quienes apenas conoce. Desde su llegada se entiende bien con su primo Teo, quien lo introduce en su mu
el rastro
En «El rastro», Antonio Ortuño sigue el ritmo vertiginoso que caracteriza a su obra, dando saltos en el tiempo y el espacio para confrontar al lector con el México donde todo e
esbirros
No busquen historias Disney ni fábulas morales en estas páginas. Acaban de tropezar con la contundencia y la fuerza de la mejor literatura mexicana. Antonio Ortuño, en su libro
la armada invencible
Barry Dávila, un cuarentón que viste como metalero de los años ochenta, tiene un plan: reunir a La Armada Invencible, el grupo de «heavy metal» con el que pudo haber triunfado
la fila india
Decenas de migrantes perecen, entre llamas y disparos, durante un feroz ataque contra el albergue oficial en donde pernoctaban. Irma —una joven funcionaria de la Comisión Nacio
la señora rojo
Los relatos de «La Señora Rojo» señalan lo delirante de la realidad e iluminan la realidad por medio del delirio. Sus personajes se abandonan a sus pasiones al tiempo que las c
la vaga ambición
La vaga ambición —título que mereció el V Premio Ribera del Duero— propone la escritura como un método de resistencia y, a la vez, como una festiva elegía; Antonio Ortuño despo
méjico
En Méjico, Antonio Ortuño cuenta dos historias que cruzan el Atlántico: por un lado, relata como nadie lo había hecho la aventura de los milicianos que huyeron a México luego d
olinka
Tras quince años de encierro, Aurelio Blanco sale de la prisión donde ingresó acusado del fraude de Olinka, una urbanización de lujo levantada gracias a negocios turbios y desp
recursos humanos
Enfrentado a una vida miserable como empleado de una empresa, Gabriel Lynch decide rebelarse. Sus odios no tendrán otro objetivo que Constantino, su jefe, el perfecto caballere