Siguiendo una tradición ampliamente conocida, Anne Cumming decidió, en un momento clave de su vida, sentarse a escribir sus memorias. Sin embargo, en vez de iniciarlas por su n
Aprovechando una larga ausencia del marido, Anne Cumming abandona ella también en 1952 las brumas londinenses por el norte de África en busca de un amor que parece extinguido.