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al otro lado de la serpiente de obsidianaEddel está dividido en cuatro enclaves que se rigen por estrictas leyes.Hlín vive al norte del gobernado por los Vorgrimler, junto a su familia, y disfruta de la libertad que l
almas de cristal—Te quiero, pequeña. Te quiero con toda mi alma y no puedo más que odiarme por ello.—No más de lo que yo te quiero a ti. No más de lo que yo me odio por haber destrozado tu cor
blanco opresivo, negro lóbrego, rojo rabiosoOtro giro inesperado del destino vuelve a poner a prueba a Noe, sin darle tiempo a asimilar los últimos acontecimientos. Mario ya no es el chico del que un día se enamoró y, au
eddelHlín ignora cuál es su cometido en la profecía dictada por los primigenios; el don que le fue otorgado poco o nada aporta a la importante misión que han de desempeñar.Su miedo
espíritus de ceniza—Estoy loco por ti… Porque no se trata de con cuántas personas me he acostado, sino de lo poco que han significado para mí. Te quiero en mi vida. —Y yo te quiero en la mía, per
gris acerado, verde ardienteNoe, marcada por un pasado difícil, se siente vulnerable; y la relación que mantiene con Rober hace algún tiempo que dejó de aportarle algo positivo. Solo el apoyo de sus amigo
los fronterizosHlín desconocía la existencia de la profecía que pesa sobre Nammentos y su implicación en la misma.Su naturaleza protectora, sumada a la esperanza de poder salvar a los suyos,
pantherPaxton se considera bueno solo en una cosa: boxear. Por eso cree que su única alternativa es mantener las distancias con la bailarina que se ha convertido en su obsesión. Una.
savageMaddox es por naturaleza irreflexivo, carece de paciencia y no tiene escrúpulos con quienes se atreven a cuestionar su autoridad, y la maldita policía que lleva el caso no hace
voluntades de papel—Perdóname por haberte roto el corazón una docena de veces, por no ser un hombre normal y tener el alma podrida. Y perdóname por no poder dejarte ir. Pero es que no puedo, mald