Soñar era lo que mejor sabíamos hacer, quién diría que nuestros sueños terminarían por consumirnos. En esos días desconocía lo mucho que me costaría dejar de vivir con miedo. Q
Santiago no cree en el amor, piensa que está sobrevalorado. Claro, hasta que conoce a Valentina. Por ella estará dispuesto a cruzar el Atlántico con sus amigos para intentar re